Noche Alta dejó una grata impresión

En el césped del Hipódromo de San Isidro, Noche Alta brilló con contundencia para quedarse con el Clásico Sibila (G2), una de las pruebas más relevantes para yeguas en la milla. La defensora del Stud Carampangue, reservada de la casa, se mostró superior de principio a fin, logrando una victoria clara y sin sobresaltos.

La hija de Hi Happy, de cinco años, dominó la competencia con aplomo y cerró su actuación con un sólido remate que le permitió superar por dos cuerpos a Elvitas, su escolta inmediata. Con esta actuación, la zaina ratifica su jerarquía y confirma su vigencia en el circuito selectivo.

La conducción de Wilson Moreyra fue impecable, administrando con inteligencia los parciales y encontrando el momento justo para lanzar el ataque decisivo. En tanto, el trabajo de preparación de Luciano Cerutti volvió a quedar reflejado en el excelente estado de la yegua, que lució fresca y competitiva en cada tramo de la prueba.

Con este triunfo en el Clásico Sibila (G2), Noche Alta se consolida como una de las protagonistas de la media distancia para yeguas en San Isidro. Su combinación de clase, resistencia y el respaldo de un equipo profesional sólido la proyectan como una carta fuerte para nuevos desafíos en la temporada.